En las elecciones estadounidenses, el proceso de recuento difiere mucho del de países como Brasil. La votación se lleva a cabo de diversas maneras, con el uso de papeletas en muchos estados, mientras que la urna electrónica es todavía muy poco común en el país. Esta elección da cabida a un conjunto específico de tecnologías, sistemas y métodos de seguridad que garantizan la transparencia y exactitud de los resultados electorales. En este artículo, exploraremos cómo funcionan las elecciones estadounidenses, qué tecnologías intervienen y cómo colaboran para proteger uno de los pilares de la democracia: el voto.
¿Cómo funciona el recuento de votos sin urna electrónica?
En Estados Unidos, el sistema electoral es descentralizado, lo que significa que cada estado, y a menudo cada condado, tiene autonomía para decidir cómo llevar a cabo la votación y el recuento. A diferencia de Brasil, donde el Tribunal Superior Electoral (TSE) coordina el uso de la urna electrónica en todo el territorio, en Estados Unidos existe una gran variedad de métodos. Algunas zonas utilizan papeletas de papel y recuento manual, mientras que otras utilizan máquinas de votación y tabulación automatizada.
Máquinas de votación: el papel de las papeletas electrónicas e impresas
Las máquinas de votación se utilizan ampliamente en los estados de EE.UU. que no adoptan las urnas electrónicas. Estas máquinas pueden ser de varios tipos, tales como pantalla táctil o escáneres ópticos, que permiten a los votantes registrar su voto digitalmente o en papel. Muchas de estas máquinas imprimen un recibo, lo que permite a los votantes revisar sus elecciones antes de confirmarlas. Este proceso de verificación ayuda a garantizar que el voto se ha registrado correctamente, lo que da más confianza al votante.
En los estados que aún utilizan papeletas de papel, el proceso de recuento se realiza automáticamente mediante máquinas lectoras de códigos ópticos, que escanean los votos y los tabulan en un sistema central. Las papeletas de papel desempeñan un papel crucial en la seguridad electoral estadounidense, ya que ofrecen un registro físico que puede auditarse y verificarse, lo que es fundamental en casos de recuento.
Blockchain y criptografía: la seguridad de los datos electorales
Con el aumento de la preocupación por la ciberseguridad, tecnologías como el blockchain y la criptografía han surgido como alternativas para proteger el proceso electoral en Estados Unidos. Se ha explorado el uso de blockchain para registrar y rastrear los votos de forma segura, permitiendo una auditoría pública de las papeletas. Aunque todavía es un método experimental y a pequeña escala, blockchain se está estudiando como herramienta adicional para la verificación y la integridad de los datos.
La encriptación, por otra parte, ya forma parte esencial de los sistemas electorales. Toda la transmisión de datos, desde los colegios electorales hasta los centros de recuento, se encripta para impedir que los piratas informáticos intercepten o manipulen los resultados. Además, el cifrado también protege las bases de datos donde se almacenan los votos, garantizando la privacidad e integridad de la información.
Ciberseguridad: proteger el proceso electoral estadounidense
En un entorno en el que las urnas electrónicas no se utilizan de forma generalizada, la seguridad digital resulta aún más crucial para proteger el recuento de votos. En Estados Unidos, la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de las Infraestructuras (CISA) se encarga de supervisar la ciberseguridad del proceso electoral. La CISA colabora con las autoridades estatales y locales, así como con empresas tecnológicas, para identificar y combatir posibles ciberamenazas.
Cada ciclo electoral, los sistemas se prueban y actualizan para protegerlos contra ataques de phishingy otras amenazas. CISA también proporciona materiales de formación y concienciación para funcionarios gubernamentales y operadores electorales, ayudando a reducir los riesgos de las vulnerabilidades humanas. En 2020, por ejemplo, CISA lanzó la campaña "Defender hoy, asegurar mañana", que ha sido ampliamente reconocida por su eficacia para minimizar los ciberataques durante las elecciones.
Además, se utilizan redes de comunicación seguras, conocidas como Centro Electrónico Seguro de Información sobre el Registro (ERIC), para compartir información electoral entre los estados de forma segura. Estos sistemas ayudan a prevenir el fraude y las incoherencias, como el registro duplicado de votantes, ofreciendo una capa adicional de seguridad al proceso.
Auditorías y verificaciones: Garantizar resultados precisos
Incluso con una sólida infraestructura tecnológica, una de las principales garantías de exactitud en las elecciones estadounidenses son las auditorías y comprobaciones postelectorales. Una vez finalizada la votación, muchos estados llevan a cabo rigurosas auditorías para comparar los resultados electrónicos con las papeletas. Este proceso se conoce como auditoría de limitación de riesgos (auditoría de riesgo limitado) y se ha convertido en una práctica cada vez más habitual para garantizar que el sistema de votación electrónica reflejaba correctamente los votos registrados.
Estas auditorías incluyen la comprobación manual de una muestra de papeletas para ver si los resultados coinciden con los registros electrónicos. En caso de discrepancias significativas, se lleva a cabo un recuento completo. De este modo, las auditorías no sólo refuerzan la confianza pública, sino que también proporcionan una capa de seguridad contra fallos o manipulaciones.
Sistemas automatizados de recuento y tabulación
La tecnología de tabulación automatizada se utiliza para contar los votos con rapidez y precisión. Aunque las papeletas pueden ser rellenadas manualmente por los votantes, el recuento suele realizarse mediante máquinas, lo que reduce el tiempo necesario para tabular los resultados y disminuye el margen de error. Estos sistemas de tabulación también registran los votos electrónicamente, lo que permite acceder a los datos y analizarlos en tiempo real.
Para garantizar aún más la precisión, las máquinas de tabulación se someten a pruebas frecuentes antes de las elecciones y a auditorías una vez concluidas. Los fabricantes de equipos electorales también se someten a rigurosos procesos de certificación, en los que sus productos son analizados y aprobados por organismos reguladores.
Retos y futuro de las tecnologías en las elecciones estadounidenses
A pesar de los avances tecnológicos, Estados Unidos sigue enfrentándose a retos en el recuento de las elecciones. La descentralización del sistema electoral puede dificultar la normalización de las tecnologías y protocolos de seguridad, dejando lagunas en algunos ámbitos. Además, la resistencia cultural al uso de máquinas de votación electrónicas hace que la adaptación de las nuevas tecnologías se enfrente a obstáculos.
Ante la creciente preocupación por las injerencias extranjeras y los ciberataques, es probable que aumente la demanda de soluciones seguras y auditables. Tecnologías como blockchain, aunque todavía experimentales, podrían integrarse en sistemas más amplios en el futuro. Sin embargo, los expertos señalan que la confianza pública es esencial, y esto solo se garantiza mediante una combinación de seguridad, transparencia y auditorías constantes.
En conclusión...
Las tecnologías de las elecciones estadounidenses evolucionan constantemente para garantizar que el proceso sea justo, seguro y fiable. Desde el recuento automatizado de las papeletas hasta la aplicación de la codificación y las auditorías postelectorales, el sistema está diseñado para mantener la integridad del voto. Aunque el país no utiliza ampliamente las urnas electrónicas, adopta una serie de tecnologías avanzadas que ayudan a proteger el voto y a mantener la confianza del público en el sistema electoral.